Paula Islas, Ganadora de la 15 Bienal de Fotografía 2012

GUADALAJARA, JALISCO (04/ENE/2013).- En ambas imágenes aparece el retrato en primer plano de la misma mujer. La de la izquierda lleva como pie de foto la leyenda “Michelle día 28”; bajo la segunda se lee “Michelle día 14”. Encontrar las diferencias en la mirada, el gesto, el maquillaje, los accesorios o la ropa, es tarea de cada espectador.

Por su serie 28/14 —donde aparecen mujeres retratadas el día de su ovulación y menstruación— la fotógrafa tapatía Paula Islas resultó una de los dos ganadores de la 15 Bienal de Fotografía 2012, convocada desde 1980 por el Centro de la Imagen.

El anuncio se hizo a mediados de septiembre pasado: el jurado conformado por la fotógrafa Yolanda Andrade, el cineasta Jesse Lerner y la investigadora Marcela Quiroz,  había seleccionado —entre los 421 portafolios participantes— los proyectos de Paula Islas y Luis Arturo Aguirre, quienes recibieron un premio de 75 mil pesos.

Debido a la remodelación del Centro de la Imagen, que forma parte del edificio de La Ciudadela, se pospuso la exposición de la 15 Bienal de Fotografía. Aún no se confirma la nueva fecha en la que, además del trabajo de los dos ganadores se exhibirá también el de los fotógrafos con menciones honoríficas, entre ellos la tapatía Natalia Fregoso por su serie Zapata Vive.

Islas cursa actualmente la maestría en Estudios Visuales en la Universidad Autónoma del Estado de México. Por la temporada vacacional de diciembre, la fotógrafa visitó Guadalajara y habló de su proyecto.

28/14

“El proyecto empecé a hacerlo en 2010, y fue apoyado por el CECA. Se trató de fotografiar a chicas en el día de su ovulación y el día de la menstruación. Cuando fui tomando las fotos a conocidas o a amigas de amigas, me di cuenta que empecé a tener espectros de edades interesantes: 17, 24, hasta llegar a los 48 años. Se me hizo padre ver esa transformación, tanto de un día a otro, como en la edad reproductiva de la mujer.

“Las fotos estuvieron acompañadas por entrevistas y era muy chistoso, porque el día de la ovulación la mayoría estaba como en una especie de felicidad absoluta; todas se sentían súper bien. A diferencia del día de la menstruación en el que casi todas decían ‘me siento mal’, ‘estoy de mal humor’, ‘lloro por todo’.

“Para mi fue como una forma, quizá, de decir en una imagen algo de lo que no se habla y que generalmente se oculta. Decir que los hombres y las mujeres no somos iguales, y que hay estos condicionantes biológicos que definen otra forma de ser. Fue muy divertido y me parece que el tema de la transformación —que me interesa mucho en mi trabajo— se expresa muy bien en estos retratos”.

La mujer como punto de partida

“En mi trabajo trato de poner en evidencia lo que me preocupa, lo que cuestiono, lo que me hace feliz. De alguna forma sí es como un diario; un poco autobiográfico. Es un ejercicio de mi vida en primera instancia, desde donde yo veo las cosas, y como soy mujer no las podría ver de otra forma.

“Creo que lo que hago sí se inserta en este discurso de género, pero se desmarca de una cuestión radical. Actualmente existen otros cuestionamientos y no se trata de establecer un grito de guerra, sino más bien tratar de entender. Es más reflexivo, va más hacia la comprensión, hacia cómo vivimos las cosas, o hacia las cosas que se repiten y sólo después de muchos años entiendes por qué.

“Se supone que ya hubo progreso y civilidad, pero aquí en Guadalajara —una ciudad más bien conservadora— todavía se ven situaciones que me parece que son interesantes poner en una imagen”.

Recetas de la felicidad

“En la serie Recetas de la Felicidad (expuesta en la galería urbana Paseo Chapultepec) quise fantasear acerca del estereotipo femenino en mi ciudad. Todas las fotos fueron hechas en la noche, porque son escenas que quise poner en un contexto más oscuro. Está más tensionada la cosa y todas las chicas están muy arregladas, por esta parte del deber ser de la mujer en mi contexto.

“Son historias —a lo mejor vividas o que me contaron— o clichés del rol. Fue un poco desahogar una parte que a lo mejor me molesta; de lo que estamos hasta cierto punto obligadas a ser y que no me gusta del todo.

“Algunas imágenes de esa serie forman parte de una exposición itinerante que se llama Mujeres detrás de la lente. 100 años de creación fotográfica en México, que está en Torreón, y que incluye a 69 fotógrafas como Tina Modotti, Graciela Iturbide, Ana Casas. Yo estoy súper honrada de que mis fotos estén ahí”.

De las ideas a la imagen

“Trabajo principalmente dos líneas: la de la fotografía construida o escenificada, y el retrato conceptual —creo que podría llamarlo de esa forma. Pero sigo haciendo registro documental. Me gusta abordar la foto desde diferentes trincheras porque creo que cada una tiene algo que aportar.

“Yo escribo mucho. La libreta de apuntes o diario es algo que sí ha estado conmigo desde la adolescencia. Ha sido una necesidad, una manera de tratar de encontrar un sentido. Yo creo que ahí inician todas estas preocupaciones. Quizás algunas vienen a la mente en imagen, y es así como empiezo a reflexionarlas; a vincular las ideas y a investigar. Vas afinando la idea hasta que se convierte en imagen.

“Mi proceso no es muy rápido. Generalmente siempre estoy masticando las ideas un rato, y a veces tengo broncas porque mucha gente produce muy rápido; o el sistema te pide que haya 32 fotos y a lo mejor tu proyecto dio para tres”.

Ver la ciudad en primera fila

“Mi formación fue totalmente en el fotoperiodismo. El periódico Público fue mi primer trabajo, estuve ahí cinco años, y a pesar de que en el momento que lo dejé realmente necesitaba el descanso —creo que no toqué la cámara por meses— también me di cuenta de que la función social de la fotografía es importantísima.

“Lo que me dejó el fotoperiodismo fue conocer a mi ciudad desde la fila número uno. Conocer los problemas que tiene, la gente, el movimiento mismo de la ciudad. Es una profesión que me parece que se merece mucho más respeto del que tiene ahora.

“La razón por la que yo ya no estoy ahí es porque yo necesitaba hacer imágenes, y esa realidad ya no me estaba dando. Quería crear mis propios discursos más que estar tomando la fotografía para ilustrar una nota”.

Estudios de la visualidad

“La maestría en Estudios Visuales significa un reto mayor para mí, porque es traer teorías y pensamientos acerca de lo que yo ya he estado haciendo, y claro que suma muchísimo a mi práctica.

“Se trata de abordar esta cuestión de la visualidad desde diferentes disciplinas; la imagen desde la filosofía o el psicoanálisis. Creo que es una maestría única en la oferta en México; es una disciplina joven y es parte del posgrado de excelencia de CONACYT, y eso también tiene un peso.

“Es muy chistoso, porque generalmente los fotógrafos siempre hemos sido designados como que no leemos y a mí siempre me ha interesado saber mucho más de mi práctica. Sé que difícilmente voy a dejar de hacer fotografía y creo que esta parte es necesaria para mi formación”.

“Me gusta la novela y leo mucho sobre foto. Es algo que siempre me ha interesado. Pero lo que me gusta de arte no es sólo fotografía, puede ser pintura o video. Es que la fotografía tiende a ser muy clásica, tradicional y de formas muy ortodoxas, y yo creo mucho en estas cuestiones de integrar más cosas.

“Ahora mismo estoy revisando mucho a Marina Abramovic, una performer impresionante, y estoy totalmente tocada por su trabajo. Además estoy trabajando en una serie donde yo soy la protagonista, que es hasta cierto punto un performance chiquito que se queda en una foto”.

Para vivir de la fotografía

“Tengo 34 años y sí me considero afortunada, porque llevo haciendo mis proyectos de foto desde el 2006. Ganarse la vida con la fotografía sí es un tema y es un camino medio accidentado, pero finalmente yo he vivido de la foto desde que me gradué (de la carrera de Comunicación en el ITESO) hasta hoy. Sigo haciendo proyectos documentales y colaboro para revistas.

“A pesar de que me siento muy libre ahora, haciendo lo que hago y a mis tiempos, sí creo que la obra que hago se tiene que ver, y creo que para que se difunda tiene que ser parte de la estructura. Mi tirada sí es exponerla más, es lo que me interesa, y no solamente en Guadalajara sino en otros lugares.

“En el DF se mueve todo, y yo creo que sí es posible vender, siempre y cuando no vendas quien eres, o tu producción. Para mí es importante seguir haciendo lo que quiero y necesito, pero hay que participar. Desde un lugar afortunado puedo decir que sí he vendido fotos y que sigo trabajando, y eso me alienta. Sí veo un futuro que cambia, en el que la gente sí compra foto y se interesan en el trabajo, y eso está padre”.

PERFIL

Detrás de la cámara

Paula Islas estudió la licenciatura de Ciencias de la Comunicación en el ITESO. Ha sido becaria de instituciones como Fotoguanajuato (2005); la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (2005); el programa de Jóvenes Creadores FONCA (2007-2008) y del CECA Jalisco (2010-2011). Ha exhibido su trabajo en Guadalajara (MAZ, Galería Chapultepec, Casa Escorza, MURA), Ciudad de México (Centro de la Imagen), Oaxaca (Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo) y Tijuana (CECUT) así como en San José, California (Art Ark) y Chile (MAC). Su obra forma parte de la colección del Centro de la Imagen y del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de Santiago de Chile. Actualmente cursa la maestría en Estudios Visuales en la UAEM.

Conoce más del trabajo de Paula Islas es su página de internet: http://www.paulaislas.com/